Desde el Observatorio de Género y Equidad Parlamentaria se publicó un nuevo informe que propone el inicio de una colección dedicada a analizar las leyes sancionadas según el género de la persona que las impulsa, el origen de las iniciativas (Poder Ejecutivo, Senado o Diputados) y las temáticas que abordan. En esta edición, se analizaron los períodos legislativos 138 al 141, correspondientes a marzo de 2020 a febrero de 2024.
Durante el período estudiado se sancionaron 193 leyes, de las cuales 60 fueron iniciativa de legisladoras. El año 2020 fue el más productivo, con 70 leyes aprobadas en el contexto de la pandemia de COVID-19. A partir de entonces, se observa una tendencia descendente: 52 leyes en 2021, 39 en 2022 y 32 en 2023. La mayoría de las leyes (89) tuvo su origen en la Cámara de Diputados, mientras que 59 fueron impulsadas por el Poder Ejecutivo y 45 por el Senado.
El informe profundiza en la relación entre la representación formal (cantidad de bancas ocupadas por mujeres) y la representación sustantiva (cantidad de leyes impulsadas por ellas). En la Cámara de Diputados, la participación femenina pasó del 42,8 % en 2020 al 45,5 % en 2023. Sin embargo, este crecimiento no siempre se tradujo en una mayor incidencia normativa. En el Senado, aunque las senadoras mantuvieron una participación estable en las bancas (alrededor del 43 %), su capacidad de incidir en la producción normativa fue muy variable. En su conjunto las leyes sancionadas a partir de iniciativas de legisladoras, representaron el 31% del total.
También se analizan las temáticas abordadas por las leyes, agrupadas en tres grandes áreas: producción, reproducción y preservación del sistema. La mayoría de las leyes impulsadas por mujeres se vinculan a la preservación del sistema (como reformas jurídicas o institucionales) y a la reproducción social (salud, cuidados, educación). En contraste, solo un 20 % de las leyes firmadas por legisladoras abordaron cuestiones relacionadas con la producción, lo que sugiere una segmentación temática persistente.
Estos datos permiten concluir que, aunque la representación descriptiva de las mujeres ha mejorado en términos de acceso a las bancas, la representación sustantiva no avanza de manera uniforme y continúa condicionada por diversas dinámicas. Para complementar este análisis, se prevé ampliar el estudio a las legislaturas provinciales en el futuro.
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