¿De qué se trata?

Se establece la obligatoriedad del ofrecimiento del test de diagnóstico del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) a toda mujer y persona embarazada, como parte del cuidado preventivo antes del parto.

Todos los establecimientos de salud y las prestadoras de obras sociales o prepagas deben establecer la cobertura de la realización de este test, por lo tanto es gratuito.

Para su realización, la persona embarazada debe prestar su consentimiento expreso y previamente informado. Tanto el consentimiento como la negativa para la realización del test debe constar por escrito, con firma de la paciente y del médico o médica. 

En este consentimiento deben constar los distintos aspectos del test, la posibilidad de desarrollar o no la enfermedad, las implicancias de su tratamiento en el caso de un resultado positivo, tanto para la madre como para el feto. 

Tanto el profesional a cargo, como el establecimiento donde se desarrolla, serán responsables por la confidencialidad del diagnóstico, así como también de la calidad de información que la mujer o persona embarazada debe recibir, además de proveer de los medicamentos correspondientes de acuerdo a los protocolos vigentes. 

Por esto, cada establecimiento deberá contar con un equipo interdisciplinario que se encargará de asesorar, atender y contener a la paciente y su entorno familiar durante el embarazo, parto y puerperio en el caso de que el test resulte positivo.   

¿Para quiénes?

Para mujeres o personas embarazadas y su entorno familiar.